"La necesidad de usar la imaginación, el sentido de la verdad y el sentimiento de responsabilidad: esas tres fuerzas son la esencia de la educación".
R.Steiner
Después de haber experimentado el juego libre y el movimiento en la fase de Infantil, el niño entra en la Primaria. Comienza la etapa de la representación, el aprendizaje más formal y conceptual, su memoria se expande. El niño se interesa por el mundo y quiere aprender, y el maestro va a ser quien le guíe.
¿Y como logramos que el niño aprenda?
Presentando el aprendizaje de una forma viva y artística.
Es importante que la enseñanza no vaya dirigida de manera exclusiva al intelecto, sino a la persona en su globalidad. De esta forma activamos el sentir y la voluntad, para que el aprendizaje llegue de una forma armonizada y significativa en el niño.
Para ello la enseñanza se articula de forma artística empleando múltiples canales para llegar al alumno: corporal, pictórico, rítmico-musical, narrativo, social, natural, etc.
El maestro impregna sus clases de arte y de ritmo, intentando sorprender día tras día a sus alumnos. Logrando así, que los niños amen lo que aprenden.
PRIMARIA
El día en una escuela de primaria waldorf está dividida en tres sesiones
SALUDO Y RÍTMICA
Cada día, al entrar, el tutor saluda individualmente a cada alumno, recibiéndole y dándole la bienvenida, uno por uno.
A continuación se hace la llamada parte rítmica. para armonizar a todos los niños y despertar sus sentidos. En este momento se cantan canciones, se hacen ejercicios de coordinación, lateralidad y destreza, se memorizan las tablas de multiplicar, se hace cálculo mental o se practican trabalenguas. Es una manera ideal de prepararse para el aprendizaje más serio de la clase principal.
Ya sentados en el aula tiene lugar un momento para que cada uno pueda contar quién es, qué hace y sus “novedades”. Dar un breve espacio a cada niño y que se sienta escuchado desde el primer momento de la mañana ayuda a comenzar el trabajo con una actitud más positiva
LA CLASE PRINCIPAL
ESPECIALIDADES
Después de la clase principal llega el desayuno y el juego libre en el patio.
Tras este descanso, se continúa con las actividades artísticas, así como la lengua extranjera y los trabajos manuales.
La música tiene un lugar muy importante también, ya que facilita al niño el ordenar su mundo interior.
Las materias troncales son las primeras que se imparten y tienen una duración de aproximadamente dos horas, en las que el maestro imparte asignaturas como lengua, matemáticas y conocimiento del medio, en periodos de varias semanas que se organizan alternadamente a lo largo del curso escolar.
Éste es un rasgo esencial de la metodología Waldorf. El alumno, al estar inmerso en la materia trabajada, vivencia intensamente cada período y sus contenidos emergen incorporados, “hechos propios”, al ser retomados de nuevo en el próximo período correspondiente.
La clase principal concluye con una narración, cuya temática será el hilo conductor de todo el año escolar. Cada curso tiene una temática propia que alimenta anímicamente al ser del niño y le acompaña en su momento evolutivo.
La educación Waldorf intenta hacer de los valores humanos el elemento central del currículo. En un entorno colaborativo, nunca competitivo, se impulsa y alienta a los niños a sentir satisfacción por el trabajo bien hecho, estimulándoles a superarse a sí mismos, valorando siempre el esfuerzo individual, respetando su proceso evolutivo y atendiendo a sus necesidades de acuerdo al momento madurativo en que se encuentran.
El curriculum Waldorf cumple con las directrices marcadas por el M.E.C. y se complementa con otras disciplinas que lo enriquecen, tales como pintura con acuarela, modelado, música, clase de manualidades y euritmia (arte de la palabra y del movimiento).
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EL LUCERO